Joaquín Paredes tenía 15 años. El sábado a la noche se juntó con amigos en una plaza de Paso Viejo, esa pequeña población de apenas mil habitantes del departamento Cruz del Eje, a la vera de la ruta 38.
En la madrugada del domingo terminó asesinado de un balazo policial que le dio por la espalda y alcanzó su corazón. Son cinco los efectivos detenidos.
«Me lo mataron por la espalda, quiero justicia», fue el reclamo permanente de su madre, Soledad, en medio de escenas desgarradoras. Familiares, amigos, vecinos y allegados despidieron los restos del adolescente.
«Lo dejaron tirado ahí», dijo su abuelo, al recordar la fatídica madrugada.
El pueblo no sale de la conmoción.
«Justicia, justicia, sólo pedimos justicia», señalaron los familiares, quienes se mostraron junto a una imagen de Joaquín en la vivienda donde vivía el adolescente. También se realizará una marcha hasta la comisaría local para exigir respuestas ante la represión que terminó con la vida de Joaquín.
Joaquín tiene tres hermanos, trabajaba en el cultivo de la papa y cursaba clases por Zoom, ya que no podía hacerlo de manera presencial, el tercer año en el Ipea N° 306 Doctor Amadeo Sabattini.
Otros dos adolescentes cayeron heridos a balazos en piernas y se recuperan. A tenor de las vainas recogidas por los peritos, las víctimas podrían haber sido más.